Se creía que la revolución feminista traería mayor satisfacción y libertad para las mujeres. Sin embargo, no se sienten realizadas y libres porque han perdido la maravilla y riqueza de su vocación como mujeres. Hay un nuevo movimiento que está esparciendo semillas de esperanza, humildad, obediencia y oración. Es un llamado a regresar a una femineidad piadosa, y está resonando en el corazón de mujeres de todas partes mediante la sabiduría de mentoras como Nancy Leigh DeMoss, Susan Hunt, Mary Kassian, Carolyn Mahaney, Barbara Hughes, P. Bunny Wilson y Dorothy Patterson.