La fe cristiana se levanta y cae sobre este hecho notable: Dios se hizo hombre. Jesucristo tuvo que pasar de ser un bebé a un adulto, de la inmadurez a la madurez. Incluso tuvo que someterse a sus padres y avanzar en sabiduría, estatura y favor tanto con Dios como con los hombres.
¡Avanza! es mi llamado a los adolescentes y jóvenes adultos para que aprendan de Jesús y hagan de estos años un tiempo de preparación deliberada para el resto de la vida. Les ruego que utilicen estos años no para centrarse primero en los logros externos que podrían dar forma al mundo, sino en los logros internos que formarán su carácter. En resumen, te pido que seas como Jesús.
«Tu adolescencia y tus 20's se aprovecharán al máximo si los conviertes en un tiempo de santificación. Incluso ahora puedes dar pasos firmes para vencer el pecado y abrazar la justicia».