En 1730, Marie Durand, de diecinueve años, fue arrestada y tomada de su casa en una villa en el sur de Francia por el crimen de tener un hermano que era predicador protestante. Marie pasaría treinta y ocho años encerrada en la torre de Constanza. Simonetta nos presenta la inspiradora vida de una mujer que podría haber renunciado a su fe protestante para obtener la libertad, pero se aferró a la verdad y animó a otras a hacer lo mismo. Hermosas ilustraciones, una historia sencilla y datos interesantes ayudan a los jóvenes a conocer los desafíos que enfrentaban los protestantes en la Francia del siglo XVIII y muestran que incluso una vida en prisión puede llevarse en servicio a Cristo y a los demás.