¿En qué consiste, pues, el beneficiarse verdaderamente de la Palabra? ¿No nos da 2ª Timoteo 3:16-17 una respuesta clara a esta pregunta? Leemos allí: «Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia: a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» Obsérvese lo que aquí se omite: la Santa Escritura nos es dada, no para la gratificación intelectual o la especulación carnal, sino para prepararnos para «toda buena obra», y para enseñarnos, corregirnos, instruirnos. Vamos a esforzarnos en ampliar esto con la ayuda de otros pasajes.
Sobre el autor
A.W. Pink nació en Nottingham, Inglaterra el 1 de abril, 1886 en una familia cristiana, fue convertido a la edad de 20 años. Se inmigró a los EEUU para estudiar, y en 1916 se casó con Vera Russsell de Kentucky. De 1925 a 1928 sirvió en Australia como pastor de dos congregaciones, y luego regresó a Inglaterra y a los EEUU el año siguiente. Así pastoreaba iglesias en Colorado, California, Kentucky y Carolina del Sur. En 1922 inició el periódico mensual, Estudios en las Escrituras, que fue publicado en el inglés para una circulación de 1000 más o menos. En 1934 regresó a Inglaterra para seguir escribiendo libros y tratados, y murió en Escocia el 15 de julio, 1952. Después de su muerte, sus obras fueron publicadas por Banner of Truth para una audiencia mundial, haciéndole "uno de los autores evangélicos más influyentes en la segunda mitad del siglo veinte conforme al biógrafo, lain Murray. Sus escritos han levantado un avivamiento de predicación exposicional y enfocado los corazones de sus lectores en el vivir bíblico.