¿Se ha preguntado usted por qué la fe cristiana se ha debilitado y perdido eficacia por lo que respecta a cuestiones como la política, la economía, la hermosura, la familia y los asuntos cotidianos de la vida?
A lo largo de la historia, la conducta y el pensamiento cristianos influyeron en comunidades y naciones, contribuyeron al desarrollo de la educación pública, los derechos de los trabajadores, el desarrollo económico, la noción de la libertad de prensa; ayudaron a los perseguidos o víctimas de abusos, y a los desposeídos o privados de derechos. Se suele atribuir a Martin Lutero el dicho de que un evangelio que no se ocupa de los asuntos de su tiempo no es en absoluto evangelio. En estas páginas descubrirá un pensamiento bíblico que responde a las cuestiones que plantea el siglo XXI de forma eficaz y redentora.