Dios no se ha revelado en esencia, pero se ha dado a conocer en las tres Personas de la trinidad – Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Siguiendo el camino iniciado por los Reformadores protestantes, se afirma que conocer a una de las tres Personas es conocer también a las otras dos. La Iglesia, tras un período de incertidumbre, se ratificó en la confesión de un solo Dios presente en tres Personas divinas. Gerald Bray alza su voz a favor de la recuperación de la teología sistemática como núcleo básico de nuestro estudio y reflexión como iglesia; al tiempo que hace un llamamiento para la elaboración de una nueva confesión que, manteniéndose fiel al contenido de la ortodoxia histórica, sea capaz de dar respuestas creativas a los retos que plantea la plural sociedad contemporánea y a las necesidades de nuestro tiempo.