Son muchas las estratagemas del príncipe de las tinieblas para destruir el cristianismo sin desaparecer la iglesia cristiana. La fusión del nuevo calvinismo con el marxismo cultural es una de ellas. Su ataque ha sido desde los púlpitos de las iglesias evangélicas y desde los seminarios conservadores, en cuyas mallas curriculares ha introducido la enseñanza del evangelio de la justicia social, ayudado por pastores famosos que además del evangelio de la justicia social, abrazan también las doctrinas de la gracia y las solas de la reforma protestante.
El neomarxismo no quiere eliminar el cristianismo, sino, entre otras cosas, quiere convertirlo en una religión en la que el hombre sea emancipado de la opresión de un Dios totalitario que limita los deseos carnales y mundanos del hombre por medio de Su Palabra
La fusión del nuevo calvinismo con el marxismo cultural ha comenzado desde hace unos años en los Estados Unidos. El avance de esas ideologías marxistas progresa rápidamente en el ámbito evangélico reformado, así como lo hace en la esfera secular.
Los seminarios que alguna vez tuvieron la reputación de conservadores han adoptado en sus currículos las enseñanzas marxistas de la teoría crítica racial y la interseccionalidad. Denominaciones grandes como la Convención Bautista del Sur también han fusionado las doctrinas bíblicas con esas herramientas ateas. ¿Qué tiene que ver todo esto con los hispanos? ¡Tiene mucho que ver! Porque precisamente de los Estados
Unidos salen muchos misioneros para plantar iglesias en los países de habla hispana.
Guillermo E. De Lama es pastor maestro de la Iglesia Bautista Reformada de Lima - Perú