«El libro del pastor Fernando Angelim llega en un momento importante. Durante décadas se difundió la información errónea de que los bautistas no tenían nada que ver con la doctrina calvinista de la salvación. Tras el derrumbe de este frágil muro, con la aparición de innumerables libros y documentos confesionales que demostraban exactamente lo contrario, se levantó un nuevo muro y surgió rápidamente una nueva afirmación. Ahora, se reconocía el calvinismo de los bautistas, pero se negaba que formaran parte de la tradición reformada. "Los bautistas no son reformados" llegó a escucharse en muchas partes. Eso también era una falacia, y de nuevo los hechos demostraron lo contrario. Los bautistas forman parte de la gran tradición de las iglesias reformadas que surgieron en el siglo XVII, y la armonía doctrinal de las Confesiones de Fe de 1689, Westminster y Savoy son solo parte del conjunto de pruebas que lo atestiguan».