... a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Tim. 3:17
El trabajo es una parte fundamental de nuestra vida. Sin embargo, muchos cristianos lo ven como una maldición relacionada con la caída y otros creyentes lo consideran como un medio mundano y separado de Dios que solo sirve para obtener el dinero con el cual cubrir los gastos cotidianos.
Sin embargo, el trabajo es parte del plan de Dios para los seres humanos desde antes de la caída. Su propósito y utilidad no se limitan a lo económico, temporal y secular, sino que también son espirituales. Todo lo que hagamos le interesa a Dios y eso incluye nuestro trabajo diario.
Para glorificar a Dios con nuestras vidas, tenemos que glorificarlo con nuestro trabajo. Esta obra nos enseña cómo hacerlo.