La madurez cristiana no se alcanza siguiendo simplemente un listado de conductas apropiadas, tachando las tareas completadas y esforzándose por alcanzar todo lo que queda pendiente. El crecimiento en la fe implica desafíos en todas las áreas que comprende la vida del ser humano.
Por lo anterior, cada capítulo de este plan integral incluye preguntas de reflexión y desafíos en seis áreas que consideramos complementarias: crecimiento espiritual, renovación de la mente, transformación del carácter, vínculos saludables, inteligencia cultural y desafío a la acción.