Escrito originalmente a petición de sus miembros, este libro satisfizo una de las necesidades más apremiantes de los bautistas particulares ingleses a finales del siglo XVII. Después de haber sobrevivido a unos treinta años de persecución turbulentos, necesitaban algo de dirección bíblica para saber cómo debían conducir sus vidas juntos como iglesias reunidas. El libro de Benjamín Keach satisfizo esta necesidad. Él se preocupaba por la vida corporativa del pueblo de Dios, que entendieran quiénes eran, cómo sus vidas debían ser ordenadas por la Palabra de Cristo, y cómo debían cumplir con sus responsabilidades como miembros de la iglesia.Hizo hincapié en la gloria de la iglesia, énfasis que es muy necesario en las primeras décadas del siglo XXI, ahora que esa gloria se ha visto tan empañada.