En este libro el autor enmarca los términos del título en el concepto de revelación progresiva indicando con ello que Dios iba dando a conocer su voluntad y propósitos conforme el tiempo avanzaba. En esta progresión, el pueblo israelita pasó por momentos de gran importancia histórica marcados por actuaciones y mensajes divinos. En ocasiones, todo ello significaba nuevas formas de comprender a Dios, en otras, los protagonistas o destinatarios debían hacer toda una nueva reflexión de la historia y de sus propias vidas ante lo que ahora conocían del Creador. Lamentablemente, esta revelación progresiva es frecuentemente dejada de lado a la hora de realizar estudios bíblicos o en la propia lectura devocional… pero esto puede significar una gran pérdida en el entendimiento del texto bíblico, y en otros momentos una “sobreinformación” ya que se trae un conocimiento posterior y, por tanto, desconocido en esa época, y desde ahí se explica el pasaje escritural. El autor afirma que el concepto de la vida, la muerte y el más allá que se va desplegando en las Escrituras es esencial en cada momento para comprender mucho de lo que allí se expone. «Por tanto –nos sigue diciendo el autor- es absolutamente necesario conocer el progreso de las ideas sobre la otra vida para que sirvan de clave para discernir muchos textos del Antiguo Testamento y, cómo no, del Nuevo. Es más, me atrevo a decir que estamos ante una clave interpretativa que sirve de llave para la compresión de las Escrituras. Como parte de este recorrido se incluirá un período esencial como es el intertestamentario que conecta y alumbra al Nuevo Testamento.