En una cultura que puede menospreciar la feminidad, por un lado -haciéndola irrelevante- y glorificarla por otro -haciéndola un todo-es difícil saber lo que realmente significa ser mujer. Pero cuando entendemos la feminidad a través del lente de las Escrituras, vemos que necesitamos una categoría mayor para lo que Dios ha llamado "mujer".
Este libro insufla aire fresco a nuestra feminidad, recordándonos cómo es la vida en Cristo -como mujer-. Cuando vemos que somos mujeres en todo lo que hacemos, podemos estar en paz con la forma en que Dios nos ha creado, reconociendo la feminidad como una parte esencial de la misión y la obra de Cristo.